EL VALOR DE LA SONRISA
No cuesta nada, pero crea mucho.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.
Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus
beneficios.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada.
¿podemos pedirle que nos deje usted una sonrisa suya?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.
(Este texto estaba escrito en una tienda en New York y estaba dirigido tanto a los empleados como a los clientes)
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.
(Este texto estaba escrito en una tienda en New York y estaba dirigido tanto a los empleados como a los clientes)